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Policías antidisturbios montan guardia frente a la casa de Cristiana Chamorro, ex directora de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro y candidata presidencial de la oposición, en Managua, el 2 de junio de 2021, el día en que la policía nicaragüense allanó su domicilio sin orden judicial y la puso bajo arresto domiciliario.
Desde su llegada al poder en 2007, el gobierno del presidente Daniel Ortega ha desmantelado casi todos los controles institucionales del poder presidencial. El Consejo Electoral, integrado por partidarios del presidente, destituyó a los diputados de la oposición en 2016 y ha prohibido los partidos políticos de la oposición de cara a las elecciones presidenciales de 2021. Una enmienda constitucional aprobada por el partido del presidente Ortega, que controla la Asamblea Nacional, abolió los límites a los mandatos en 2014. El presidente Ortega fue elegido para un cuarto mandato consecutivo en noviembre, en medio de la represión gubernamental contra los críticos y la oposición política. Muchos gobiernos de la región y de Europa afirmaron que las elecciones no habían cumplido las garantías mínimas para ser consideradas libres y justas.
Nicaragua 1996
José Daniel Ortega Saavedra (pronunciación en español: [daˈnjel oɾˈteɣa]; nacido el 11 de noviembre de 1945) es un revolucionario y político nicaragüense que ejerce como Presidente de Nicaragua desde 2007. Anteriormente fue mandatario de Nicaragua de 1979 a 1990, primero como coordinador de la Junta de Reconstrucción Nacional (1979-1985) y luego como Presidente de Nicaragua (1985-1990).
En las elecciones generales nicaragüenses de 1984, Ortega ganó las elecciones presidenciales de Nicaragua como candidato del FSLN[1]. Marxista-leninista, Ortega llevó a cabo un programa de nacionalización, reforma agraria, redistribución de la riqueza y la Campaña Nicaragüense de Alfabetización durante su primer periodo en el cargo. Como líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), aplicó políticas para lograr reformas de izquierda en toda Nicaragua. En años posteriores, la política radical de izquierdas de Ortega se enfrió significativamente, lo que le llevó a aplicar políticas favorables a las empresas[2] e incluso a acercarse a la Iglesia Católica.
MANAGUA, Nicaragua - El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, buscó el domingo un cuarto mandato consecutivo en unas elecciones en las que se enfrentó a un grupo de candidatos poco conocidos, mientras los que podrían haberle planteado un verdadero desafío permanecían en la cárcel.
Las elecciones determinarán quién ocupará la presidencia durante los próximos cinco años, así como 90 de los 92 escaños del Congreso y la representación de Nicaragua en el Parlamento Centroamericano. Más de 4,4 millones de nicaragüenses mayores de 16 años estaban habilitados para votar.
El Frente Sandinista de Ortega y sus aliados controlan el Congreso y todas las instituciones gubernamentales. Ortega fue presidente por primera vez de 1985 a 1990, antes de volver al poder en 2007. Recientemente declaró a su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, su "copresidenta".
En junio, la policía detuvo a siete posibles aspirantes a la presidencia por cargos que, en esencia, equivalen a traición. Permanecieron detenidos el día de las elecciones. Otras dos docenas de líderes de la oposición también fueron detenidos antes de las elecciones.
Uno de los primeros en votar el domingo fue el ministro de Asuntos Exteriores, Denis Moncada, en una escuela secundaria de la capital. "La mayoría de los nicaragüenses vamos a elegir hoy al comandante Daniel (Ortega), a la compañera Rosario (Murillo) y a los diputados", dijo Moncada a medios de prensa progubernamentales.
Elecciones nicaragüenses 2006
"Estamos renunciando y desvinculándonos de la Organización de Estados Americanos", dijo Moncada durante una rueda de prensa, añadiendo que la OEA tiene la "misión de facilitar la hegemonía de Estados Unidos con su intervencionismo sobre los países de América Latina".
La medida se produce después de que el presidente nicaragüense Daniel Ortega, ex guerrillero marxista que ocupa el cargo desde 2007, fuera reelegido para un cuarto mandato consecutivo en unos comicios celebrados el 7 de noviembre que, según denunciaron grupos de derechos humanos y observadores internacionales, no fueron libres ni justos.
En vísperas de las elecciones, el gobierno de Ortega encarceló a decenas de líderes de la oposición -entre ellos siete posibles candidatos presidenciales- y los críticos acusaron al líder sandinista de reprimir a sus contendientes.
Rusia, Cuba y Venezuela expresaron su apoyo a Ortega tras la votación, mientras que Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea criticaron duramente los comicios. El presidente estadounidense, Joe Biden, acusó a Ortega y a su esposa de orquestar una "pantomima electoral que no fue ni libre ni justa".